Escabeches, garrapiñadas de maní, pasas con chocolate, hongos secos, vino y fernet son algunos de los productos que conforman la canasta navideña que ofrece Alma Rural, el almacén del INTA, para estas fiestas. Una alternativa de consumo responsable que valora la sustentabilidad y calidad.
En una iniciativa del municipio y del gobierno santafesino, con asesoramiento técnico de la Fundación ArgenINTA, el Mercado del Patio en Rosario se transformó en un notable paseo gastronómico para la ciudad. Allí, el INTA –con el apoyo de la Fundación ArgenINTA y de INTEA SA– abrió el primer almacén que comercializa más de 700 alimentos elaborados por emprendedores de pequeña y mediana escala.
Para estas Fiestas, Alma Rural propone una canasta navideña con numerosos productos entre los que se destacan la premezcla para pan dulce apto para celíacos, tagliatelles, gírgolas, escabeches, lingotes de membrillo, fernet, vinos y maní con chocolate.
Se trata de una propuesta de consumo consciente y responsable en la que se pone en valor caracteres de identidad, sustentabilidad y calidad. A su vez, se busca impulsar el contacto directo entre el origen y el destino del producto, lo que acorta la cadena comercial y habilita el vínculo entre los productores y consumidores.
En todos los casos, el objetivo es que, además del producto en sí mismo, el consumidor pueda llevarse la historia de dónde, cómo, cuándo y quién lo elaboró, propiciando una ecuación económica, social y ambiental de desarrollo integral.
A partir de la primera experiencia exitosa en el Mercado del Patio en Rosario, se trabaja en la posibilidad de instalar otros almacenes en diversos puntos estratégicos del país, además de explorar la comercialización online.
Sobre Alma Rural, el almacén del INTA
La mirada federal, propia de la presencia del instituto en todas las regiones del país, llega al Mercado del Patio y enriquece la propuesta de Alma Rural, un almacén que ofrece una gran diversidad de alimentos regionales. En todos los casos, el objetivo es que, además del producto en sí mismo, el consumidor pueda llevarse la historia de dónde, cómo, cuándo y quién lo elaboró.
En palabras de Hugo García, Director Ejecutivo de la Fundación ArgenINTA, “Alma Rural busca continuamente explorar la diversidad productiva para propiciar las economías regionales y el ofrecimiento integral y exclusivo de productos con identidad rural en los centros urbanos de consumo”.
Entre las múltiples opciones, en el almacén se pueden conseguir vinos Nedelton que, oriundos de San Rafael –Mendoza–, muestran el sabor de un terroir caracterizado por la amplitud térmica, la calidad de su gente y el agua de la Cordillera de los Andes. Con sus versiones malbec, cabernet sauvignon, y moscatel en el almacén, la empresa pudo incrementar sus ventas en un 15 % en la provincia de Santa Fe.
Para el mate, quien visite el almacén puede adquirir un paquete de yerba mate con palo de la marca Indio, producida por una pequeña empresa familiar de la zona de Oberá –Misiones– a partir del sistema Barbacuá utilizado por los Jesuitas desde hace 400 años. Además de no utilizar insumos artificiales, la yerba tiene un estacionamiento natural de hasta dos años y utiliza un packaging de papel ecológico que se elabora con papel reciclado y se estampa con tintas biodegradables.
De la mano de Fecoagro que reúne a 30 cooperativas, ubicada en San Juan, más 600 familias hacen llegar productos como salsa de tomate, aceitunas, mermeladas, dulces, frutos secos, quesos de cabra, almíbares, tomates deshidratados, entre otros.
García remarca que la propuesta de Alma Rural profundiza la acción del programa Del Territorio al Plato, también llevado adelante por el INTA y la Fundación ArgenINTA. “Buscamos valorizar los alimentos a través de la gastronomía de las distintas regiones del país y, así, aumentar la demanda de productos regionales primarios y elaborados mediante un mayor conocimiento de sus características y de sus formas de utilización”, detalló.